Al responder al estímulo del tipo que sea, la idiosincrasia de cada uno nos genera una respuesta distinta, esa es la base de nuestra diversidad.
En un asentamiento urbano, especialmente en los de pequeño tamaño, la ubicación de las construcciones responde a criterios individuales y colectivos de carácter racional; pero también a criterios no tan racionales y que tienen que ver con la propia aleatoriedad de las personas por su estado de ánimo, por sus relaciones personales, etc.
De igual manera que Jackon Pollock generaba composiciones dónde lo aleatorio tenía mucho sentido (con su peculiar "dripping") en combinación con la manera sistemática de aplicar dicho "desorden"; en un asentamiento urbano, los factores mencionados no deben olvidarse. Es más, deben coexistir y combinarse para abundar en la riqueza del diseño de la trama urbana.
El ser humano y su capacidad de transmitir estímulos, vinculados a sus propias neuronas, tiene mucho que ver con lo sistemático de la transmisión, que se torna caprichosa e irracional, cuando tomamos una u otra decisión.
En consecuencia, el orden y el desorden se combinan de manera inexorablemente en todo comportamiento humano. Con estas premisas fundamentales, se genera una trama de conexiones "neuronales" (sistemáticas) y "caprichosas" (aleatorias), que conexionan la trama urbana de cualquier ciudad.
Con todo lo anterior, se presenta la "Cartografía del Estímulo", donde las conexiones entre los distintos puntos de interés, se conexionan tanto aleatoria, como sistemáticamente.
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